Cuando se trata de las formas de prolongar la vida, lo primero que viene a la mente son los suplementos nutricionales, los medicamentos y también las manipulaciones con el genoma humano. Sin embargo, por el momento, la ingeniería genética, refrenada sobre todo por factores éticos, está en una fase embrionaria, y la farmacología, lamentablemente, no responde plenamente a las expectativas depositadas en ella.
Sin embargo, según las investigaciones[1] existe una forma realmente poderosa de prolongar su vida (en promedio, 14 años adicionales para las mujeres y 12 para los hombres): es el estilo de vida saludable, donde la parte más importante es la alimentación. Sin embargo, no todas las “dietas saludables” resultan serlo:
- el vegetarianismo aumenta el riesgo de morir de enfermedades neurodegenerativas;
- la dieta keto no está verificada a largo plazo y, al parecer, puede acelerar el envejecimiento;
- la dieta baja en carbohidratos reduce la vida según los datos de meta-análisis;
- el consumo de alimentos de índice glucémico bajo no tiene ninguna evidencia de utilidad, ya que el concepto de este sistema alimentario contiene un error fundamental;
Y solo la dieta con baja carga glucémica tiene increíblemente amplia gama de pruebas, comenzando con los datos preclínicos y terminando con los ensayos controlados aleatorios y prospectivos (ECA) de calidad, las revisiones sistemáticas y los meta-análisis. Más adelante veamos su concepto y seguidamente podrá conocer las pruebas científicas que justifican las tesis anteriores.