¿Para qué sirve la pentoxifilina y cómo utilizarla correctamente?
Propiedades terapéuticas y profilácticas
Este fármaco mejora significativamente las propiedades reológicas (fluidez) de la sangre, normaliza la microcirculación sanguínea e inhibe la trombosis[1], aumentando así la oxigenación de los tejidos[2]. La pentoxifilina estabiliza las vías de señalización de algunas hormonas[3], reduce la inflamación y la fibrosis en los tejidos corporales, así como la concentración de calcio intracelular, lo que beneficia al sistema vascular humano[4]. Además, al igual que el café, la pentoxifilina bloquea los receptores de adenosina, reduciendo la somnolencia[5].
En consecuencia, la pentoxifilina ha podido demostrar las siguientes propiedades preventivas y terapéuticas tanto en estudios científicos como en la práctica clínica:
- Se demostró una reducción significativa, casi cuatro veces, de la mortalidad por todas las causas en pacientes con insuficiencia cardíaca que consumían 400 mg de pentoxifilina tres veces al día.
- El tratamiento de la insuficiencia renal con fármacos para la presión arterial (iAPPs, sartanes) redujo significativamente los riesgos de mortalidad por esta enfermedad. Y estudios recientes han demostrado que la toma de estos fármacos junto con la pentoxifilina reduce aún más la mortalidad en pacientes con insuficiencia renal.
- El fármaco previene las complicaciones potencialmente mortales en personas con cirrosis hepática.
- La pentoxifilina aumentó significativamente las posibilidades de supervivencia y el tratamiento exitoso en pacientes con cáncer de sangre resistente a la quimioterapia o con tumores cervicales resistentes a los fármacos. También es posible que en el futuro, este compuesto, tomado junto con las estatinas, sea utilizado por los especialistas médicos para tratar el cáncer de mama triple negativo.
- La pentoxifilina redujo la fibrosis hepática, los vasos sanguíneos y el corazón, protegiéndolos del envejecimiento.
- Este fármaco previene la sarcopenia, es decir, la pérdida de masa muscular esquelética relacionada con la edad y la degradación de la función muscular.
- La pentoxifilina redujo la probabilidad de formación de coágulos y también protegió la estructura de las células inmunitarias de diversas deformaciones (degranulación, etc.).
- Este fármaco demostró su eficacia en el tratamiento de los trastornos circulatorios cerebrales y en la mejora de la capacidad mental de las personas mayores que lo consumieron a 400 mg tres veces al día durante un mes.
- La toma de 600 mg de pentoxifilina dos veces al día redujo el riesgo de ataques isquémicos cerebrales transitorios recurrentes (alteraciones circulatorias similares a un ictus) del 38% al 7%. Además, este medicamento ha sido eficaz para reducir el edema cerebral que se produce en las 6 horas posteriores al ictus.
- Durante los estudios, la pentoxifilina minimizó el número de complicaciones de la enfermedad hepática grasa no alcohólica en las personas que padecen esta enfermedad.
- La pentoxifilina aumentó significativamente el volumen de sangre expulsada por el corazón en pacientes con insuficiencia cardíaca.
- Los pacientes tratados con pentoxifilina para la pancreatitis aguda grave tuvieron menos probabilidades de requerir hospitalización en la unidad de cuidados intensivos.
- La pentoxifilina protegió el colesterol “bueno” del estrés oxidativo al impedir que las lipoproteínas se convirtieran en colesterol “malo” que pudiera formar placas ateroscleróticas.
- La pentoxifilina tomada durante 6 meses 3 veces al día 400 mg redujo significativamente los síntomas de la claudicación intermitente, una afección potencialmente mortal causada por la obstrucción de placas de colesterol en los vasos sanguíneos pequeños y medianos de las piernas.
- La diabetes mellitus aumenta los marcadores de riesgo de mortalidad en los análisis de sangre: glucosa en ayunas, hemoglobina glicosilada e índice de resistencia a la insulina. La pentoxifilina redujo significativamente estos marcadores y, en consecuencia, disminuyó los riesgos de mortalidad por esta enfermedad.
- El aumento de los niveles de inflamación se asoció a un mayor riesgo de mortalidad por enfermedades relacionadas con la edad. La pentoxifilina redujo los marcadores inflamatorios en los análisis de sangre de los sujetos durante los estudios.
- Los niveles de creatinina en plasma, la tasa de filtración glomerular y la cantidad de proteínas en la orina son marcadores del desarrollo de la insuficiencia renal. El tratamiento con pentoxifilina redujo significativamente estos marcadores, reduciendo así los riesgos de mortalidad asociados a la enfermedad.
- Además, la pentoxifilina ha demostrado su eficacia cuando se utiliza para tratar la disfunción eréctil en los hombres.
Dosificación
Sobre la base de numerosos estudios científicos, es razonable que un médico prescriba un curso de pentoxifilina en una dosis de 400 mg tres veces al día (1,2 g en total) durante 1 mes. También se debe hacer una pausa entre los cursos de un mes o más.
Contraindicaciones para el uso de la pentoxifilina
- Infarto agudo de miocardio.
- Porfiria.
- Hemorragia masiva.
- Accidente cerebrovascular hemorrágico.
- Hemorragia retiniana.
- Embarazo, periodo de lactancia.
- Hipersensibilidad a la pentoxifilina y a otros derivados de la xantina.
- Para la administración intravenosa (complementaria): arritmias, aterosclerosis grave de las arterias coronarias o cerebrales, hipotensión arterial incontrolada.
Interacción medicamentosa
¡AVISO! ¡INFORMACIÓN IMPORTANTE!
Hay que tener en cuenta que la pentoxifilina puede causar la muerte en combinación con ciertos medicamentos. Por ejemplo, este fármaco no debe combinarse con ciertos agentes anestésicos como el tiopental[6].

Además, la incidencia de efectos adversos en el uso de la pentoxifilina puede ser mayor en personas que utilizan los medicamentos cimetidina y teofilina.
Y en los ancianos, es importante vigilar la administración conjunta de pentoxifilina y fármacos hipotensores, ya que la pentoxifilina puede potenciar los efectos de estos fármacos, aumentando su efecto hipotensor. En este caso, se requiere la corrección del régimen de dosificación de los medicamentos para la presión arterial en caso de su coadministración con pentoxifilina para personas de cualquier edad.
Efectos secundarios
La pentoxifilina se tolera bien incluso cuando se toma de forma continuada durante 4 años, y se han registrado efectos secundarios en menos del 3% de las personas que reciben tratamiento con este fármaco; sin embargo, la incidencia de efectos secundarios puede ser mayor en pacientes mayores de 65 años. En general, es mejor no utilizar la pentoxifilina después de esta edad a menos que sea absolutamente necesario, ya que en personas de esta edad puede producirse un escotoma (pérdida total o parcial del campo visual) durante el uso de este medicamento[7][8].
Los principales efectos secundarios de la pentoxifilina son diversos trastornos gastrointestinales: eructos, distensión abdominal, malestar estomacal, náuseas, vómitos y dispepsia. Además, entre los efectos secundarios son relativamente frecuentes los mareos y la hiperemia. Si se produce indigestión al tomar este fármaco, la dosis diaria de pentoxifilina debe reducirse de 1200 a 800 mg (es decir, la frecuencia de administración debe reducirse de tres veces al día a dos), o el fármaco debe administrarse por vía intravenosa.
Se han registrado otros efectos secundarios (angina de pecho, palpitaciones, prurito, erupción cutánea, urticaria, hemorragias, alucinaciones, arritmias y meningitis aséptica) durante el uso de este fármaco, pero no superaron el 1% del número total y todos desaparecieron tras la retirada del fármaco.
Hay que tener en cuenta que los ensayos clínicos de la pentoxifilina se han realizado tanto con comprimidos de liberación lenta como con cápsulas de acción rápida, y se han registrado eventos secundarios con mayor frecuencia con las cápsulas.
Nombres comerciales de la pentoxifilina
En España este fármaco se comercializa con los siguientes nombres comerciales: Elorgan®, Hemovas® и Nelorin®.
En los países de América del Sur la pentoxifilina se encuentra más comúnmente bajo las marcas Genfar® y Trental®.
Resultados de estudios científicos que confirman las propiedades terapéuticas y profilácticas de la pentoxifilina
Efecto sobre la mortalidad
Entre 1980 y 2013 se realizó un análisis científico de los ensayos controlados aleatorios (ECA) en los que los científicos evaluaron el efecto de la administración de pentoxifilina sobre la mortalidad en personas con insuficiencia cardíaca. El meta-análisis incluyó datos de 221 pacientes de seis ECAs[9].
Se comprobó que la dosis diaria de pentoxifilina tomada por los sujetos, que era de 1,2 gramos divididos en tres dosis de 400 mg, redujo la mortalidad por todas las causas en los participantes en casi 4 veces.
Sin embargo, si los sujetos tomaban pentoxifilina dos veces al día a 600 mg, los resultados del ECA mostraron una eficacia mucho menor. Esto puede deberse a que la pentoxifilina tiene cierta farmacocinética que no le permite mostrar resultados sostenidos cuando se toma dos veces al día.
En general, es difícil sacar una conclusión definitiva basándose en los trabajos científicos citados de que la pentoxifilina reduce cuatro veces la mortalidad en la insuficiencia cardíaca, ya que este resultado es sorprendentemente optimista y el meta-análisis incluyó un pequeño número de estudios. En otras palabras, se necesitan más ECA de mayor envergadura para confirmar esta eficacia tan asombrosa.
En la actualidad, los datos de los experimentos que confirman el éxito del uso de la pentoxifilina en la aterosclerosis vascular de diferente localización son mucho más convincentes.Los resultados de un estudio prospectivo, doble ciego y controlado con placebo, en el que participaron 64 pacientes, demostraron que una terapia de seis meses con pentoxifilina a una dosis de 400 mg 3 veces al día fue capaz de reducir en los sujetos los niveles plasmáticos de todos los marcadores inflamatorios, y en más de un tercio redujo la incidencia de infarto de miocardio en los participantes[10] (ver figura).
Igualmente interesantes son los resultados de los estudios que examinan el efecto de la pentoxifilina sobre la mortalidad en personas con insuficiencia renal crónica (IRC), una enfermedad en la que los riñones no pueden filtrar adecuadamente los productos de desecho.
Desafortunadamente, la IRC aún no es curable, pero la medicina moderna puede controlar su curso, evitando la rápida aparición de la muerte por esta enfermedad. Los principales tratamientos para controlar la EPOC son los fármacos del grupo de los sartanes (telmisartán, etc.) y los inhibidores de la ECA (ramipril, enalapril, captopril, etc.).
Los resultados de un estudio realizado en 2014 por especialistas del Hospital de la Universidad Nacional de Taiwán demostraron que la combinación de pentoxifilina con los fármacos mencionados era mucho más eficaz que la monoterapia con los sartanes o IECA sin añadir pentoxifilina[11] (ver figura).Estos resultados fueron confirmados posteriormente por un estudio realizado en el Hospital Mackay Memorial (Taiwán)[12], así como por los resultados de un meta-análisis de un ECA realizado por expertos del Hospital Popular Provincial de Guizhou (China)[13]. Además, este último trabajo científico, entre otros, pudo confirmar de forma convincente el alto perfil de seguridad de la combinación de pentoxifilina con los sartanes o inhibidores de la ECA.
Además, en el contexto de este capítulo cabe destacar un experimento científico realizado por científicos de la Universidad de Ciencias Médicas de Shiraz (Irán)[14]. En el estudio que iniciaron participaron 74 pacientes con diabetes mellitus tipo 2 con proteinuria severa, es decir, una enfermedad en la que la proteína en las muestras de orina supera los valores normales (30-50 mg/día). La proteinuria suele ser un signo de daño renal.
Los 74 pacientes fueron divididos aleatoriamente en dos grupos iguales. Todos los sujetos de la primera cohorte fueron tratados con el fármaco captopril, que se aplicó tres veces al día en una dosis de 25 mg. En el segundo grupo, el tratamiento con captopril mencionado fue complementado con pentoxifilina, que también los sujetos tomaron tres veces al día a una dosis de 400 mg. Los niveles de proteínas en la orina se evaluaron al inicio del estudio y luego en los controles a los dos y seis meses del inicio del tratamiento. Al cabo de seis meses, los niveles de proteínas en orina disminuyeron de 2786 a 2018,2 mg/24 horas en la primera cohorte, mientras que en la segunda cohorte (a la que se añadió pentoxifilina) disminuyeron de 2953,4 a 1314 mg/24 horas, es decir, casi el doble que en el primer grupo.
Resultados similares se demostraron en un estudio en el que en lugar de captopril se utilizaron otros fármacos de la familia de los inhibidores de la ECA, losartán y enalapril[15].
Prevención de complicaciones en la cirrosis hepática
En 2010, científicos de Francia, realizando su propio ensayo clínico, pudieron demostrar que la pentoxifilina reduce el riesgo de complicaciones (infección bacteriana, insuficiencia renal, encefalopatía hepática, hemorragia gastrointestinal, etc.) en la cirrosis hepática[16].
Tratamiento de enfermedades oncológicas
La pentoxifilina es un potente inhibidor de la glicoproteína P en un modelo de leucemia. ¿Qué significa? La P-GP (proteína de resistencia a múltiples fármacos o glicoproteína P) es un polipéptido que protege a nuestro organismo contra diversas sustancias nocivas. Un “efecto secundario” de la actividad de la glicoproteína P es la protección contra los efectos de los fármacos: a menudo es esta proteína la que impide que los fármacos surtan todo su efecto.
Algunos tipos de tumores cancerosos aumentan el nivel de la proteína P-GP, demostrando así resistencia a la medicación. Y si se “elimina” esta protección, es posible reducir en gran medida las dosis de los fármacos contra el cáncer, logrando al mismo tiempo un efecto similar y, como consecuencia, reduciendo el daño que la quimioterapia causa a las células sanas del organismo.
Al actuar como inhibidor de la glicoproteína P, la pentoxifilina aumenta considerablemente las posibilidades de supervivencia y recuperación completa en los casos de leucemia resistentes a los fármacos, y presumiblemente puede tener un efecto similar en el caso de otros tumores malignos resistentes a la quimioterapia[18].
Además, la proteína P-GP está presente en grandes cantidades en el intestino humano y reduce fuertemente la absorción de muchos fármacos, por lo que la pentoxifilina puede aumentar su biodisponibilidad.

En la práctica clínica podemos encontrar varios ejemplos de cómo la pentoxifilina, al inhibir la glicoproteína P, ha aumentado la eficacia del tratamiento de las enfermedades oncológicas. Por ejemplo, en 2011, científicos del Instituto Mexicano del Seguro Social demostraron en su estudio que la pentoxifilina aumentaba la sensibilidad de los tumores de cuello uterino al tratamiento con cisplatino al reducir la expresión de proteínas antiapoptóticas y afectar a la activación de las caspasas[19].
Y en 2018, científicos franceses concluyeron de su estudio que la combinación de pentoxifilina y simvastatina podría formar parte de una nueva estrategia de tratamiento para el cáncer de mama triple negativo (MDA-MB-231) en el futuro.
Las células de un tumor de este tipo se consideran de las más agresivas. Durante los estudios in vitro, la simvastatina ralentizó la proliferación de las células MDA-MB-231 en un 42% y, actuando en combinación con la pentoxifilina, en casi un 80%[20].
Cabe destacar que más del 65% de las células tumorales malignas tratadas simultáneamente con los dos fármacos se autodestruyeron, mientras que el 78% se bloqueó en la fase G0/G1 y perdió su capacidad de formación de colonias. La fase G0 representa el periodo del ciclo celular durante el cual las células están inactivas y no se dividen, mientras que G1 es la primera de las cuatro fases del ciclo celular de las células eucariotas.
Futuros ensayos clínicos de mayor envergadura mostrarán la eficacia de esta estrategia cuando se amplíe a un mayor número de pacientes.
Reduce la fibrosis hepática, el corazón, los vasos sanguíneos y otros órganos del organismo humano
Las metaloproteinasas de la matriz aceleran el envejecimiento (fibrosis) de la matriz intercelular, que es muy probablemente la principal causa de envejecimiento en el cuerpo humano. La pentoxifilina reduce significativamente la expresión de los genes de la proteinasa de matriz tipo 1 y 3[21].
Además, las metaloproteinasas desempeñan un papel importante en los procesos que causan la fibrosis hepática. En estudios con modelos animales, la pentoxifilina, al inhibir la actividad de la metaloproteinasa y reducir la inflamación, fue capaz de reducir la cantidad de cambios fibróticos que se producen en el hígado[22].
Además, en un experimento, también realizado en animales modelo, la pentoxifilina fue capaz de inhibir la metaloproteinasa de la matriz tipo 9 (MMP9) con mucha más eficacia que la doxiciclina, que es actualmente el único inhibidor de la metaloproteinasa de la matriz aprobado por la FDA estadounidense.
Esto es importante porque los científicos han observado una mayor expresión de MMP9 en las siguientes enfermedades graves:
- Artritis reumatoide[24].
- Isquemia cerebral focal[25].
- Cáncer de mama metastásico[26].
- Fibrilación auricular del corazón[27].
- Aneurisma de aorta (expansión de su sección debido a un proceso aterosclerótico o una lesión inflamatoria)[28], que ya se trata con éxito con doxiciclina[29][30][31].
- Destrucción patológica de los vasos sanguíneos cerebrales, acompañada del riesgo de hemorragia espontánea, que en los estudios también ha sido detenida con la doxiciclina[32].

Debido a las propiedades antifibróticas de la pentoxifilina, entre otros, puede ser útil en el tratamiento de la fibrosis y la cirrosis hepática[33].
El aumento de la expresión de MMP2 y MMP9 también se asocia a un mal pronóstico en varias formas de cáncer, como el melanoma, el colorrectal, el de mama, el de pulmón, el de ovarios y el de próstata[34].
La MMP9 tiene la capacidad de descomponer el colágeno en la sustancia intercelular, lo que ayuda a las neoplasias malignas a proliferar en los tejidos del cuerpo humano. En general, cuando un tumor ya ha crecido, inhibir su crecimiento reduciendo la actividad de las metaloproteinasas no tiene sentido. Los inhibidores de las MMP, como la doxiciclina y la pentoxifilina, generalmente deben usarse en las primeras etapas del desarrollo del tumor.
Sin embargo, hay que tener en cuenta aquí que la supresión de la MMP9 por la pentoxifilina puede interferir en el proceso de metástasis tumoral: esta propiedad se ha identificado en varios estudios de investigación en los que se utilizó este fármaco, por ejemplo, para suprimir la proliferación del cultivo de células de melanoma B16F10[35].
Por último, observamos que los trastornos fibróticos también pueden estar asociados a una mayor expresión del gen PDGF (factor de crecimiento derivado de las plaquetas), que desempeña un papel importante en la angiogénesis (el proceso de formación de nuevos vasos sanguíneos). La aterosclerosis y algunas enfermedades oncológicas están asociados a una actividad excesiva de este gen. Aunque el PDGF se encuentra en el interior de las plaquetas, es inaccesible para otras células, pero cuando interactúa con la trombina, activa las plaquetas de la sangre y libera su contenido en el plasma sanguíneo.
Los investigadores del Hospital de la Universidad Nacional de Taiwán pudieron demostrar en su estudio que la pentoxifilina puede bloquear el factor de crecimiento derivado de las plaquetas, interrumpiendo así la síntesis de colágeno en los vasos sanguíneos y protegiéndolos así de la aterosclerosis[36]. Este estudio aporta más pruebas de que la pentoxifilina es eficaz para prevenir el desarrollo de la aterosclerosis.
Prevención de la sarcopenia
La pérdida de masa muscular esquelética relacionada con la edad y el deterioro general de la función muscular se denomina sarcopenia. Una persona que la padece siente que su “fuerza se decae” y que sus músculos ya no pueden soportar el esfuerzo al que estaban acostumbrados.
Hasta ahora los científicos sólo han podido demostrar la eficacia de la pentoxifilina para prevenir la sarcopenia en modelos animales, pero los resultados de estos trabajos científicos parecen bastante prometedores y, por tanto, dignos de mención.
En un estudio realizado en 1993 por el Instituto Nacional para la Investigación Agronómica (Francia), los científicos estudiaron la capacidad de la pentoxifilina para prevenir la pérdida de la masa muscular en ratas. Se descubrió que el fármaco inhibe en roedores casi por completo el factor de necrosis tumoral TNF-α, una citoquina clave que estimula la sarcopenia[37].
Un estudio realizado en 2008 por expertos de la Universidad de Turín (Italia) demostró que la pentoxifilina puede reducir la expresión de la miostatina y tratar así la sarcopenia. Se inyectó pentoxifilina a ratas con cáncer para suprimir la miostatina en caso de caquexia (agotamiento extremo del organismo caracterizado por una debilidad general y una drástica pérdida de peso). El fármaco disminuyó la expresión de la miostatina y corrigió significativamente el desgaste muscular en ratas afectadas por tumores[38].
Reducción de la probabilidad de formación de trombos y protección de la estructura celular inmunitaria contra diversas deformaciones
La pentoxifilina inhibe la fosfodiesterasa y, por tanto, reduce la agregación plaquetaria, disminuye la viscosidad de la sangre, inhibe la producción del factor de necrosis tumoral TNF-α y reduce la deformación de los glóbulos blancos[39].
Tratamiento de los trastornos circulatorios cerebrales y mejora de la función cognitiva en los ancianos
Tras una serie de estudios experimentales con humanos y animales modelo en los que la pentoxifilina mejoró la función cognitiva y la memoria en la demencia relacionada con la edad, así como después de las sufridas por los animales sujetos lesiones cerebrales[40][41][42], los científicos concluyeron que el fármaco puede ser muy eficaz como tratamiento de trastornos circulatorios cerebrales de diversa génesis.
En un estudio en el que participaron 60 ancianos previamente diagnosticados de demencia senil, el tratamiento con pentoxifilina (3 veces al día a una dosis de 400 mg durante 28 días) consiguió mejorar las capacidades cognitivas de los sujetos y reducir su viscosidad de la sangre[43].

Y un estudio realizado en 2004 por los expertos del Instituto Max Planck de Investigación Demográfica demostró que muchos fármacos antiinflamatorios, incluida la pentoxifilina, pueden prolongar la vida, ralentizar el envejecimiento funcional, reducir los síntomas de la demencia vascular y mejorar la función cognitiva en personas mayores[44][45][46][47].
Reducción del riesgo de ataques isquémicos transitorios (AIT) recurrentes del cerebro
Un trastorno agudo de la circulación cerebral transitoria se denomina ataque isquémico transitorio. A diferencia del accidente cerebrovascular, el AIT no presenta síntomas que vayan acompañados del desarrollo de un infarto cerebral.
La pentoxifilina tiene una amplia gama de efectos terapéuticos en pacientes con trastornos cerebrovasculares. Una de sus principales especialidades es el tratamiento de los ataques isquémicos transitorios, las trombosis y las hemorragias cerebrales, así como la insuficiencia circulatoria cerebral crónica y la isquemia miocárdica.
En un estudio en modelos animales la pentoxifilina fue capaz de reducir el edema cerebral que se produjo en ratas en las 6 horas siguientes al ictus y se debió en parte a un aumento del factor de necrosis tumoral TNF-α, del cual este fármaco es un potente inhibidor[48].
En cuanto a los humanos, durante uno de los experimentos de investigación en los que participaron 40 sujetos que sufrían enfermedades coronarias, el fármaco fue capaz de aumentar su capacidad física, reducir su taquicardia (aumento de la frecuencia cardíaca) y la viscosidad de la sangre[49]. El estudio duró un mes, durante el cual los participantes fueron tratados con pentoxifilina, tomando 600 mg del fármaco dos veces al día.
Además, este fármaco, administrado tres veces al día a una dosis de 400 mg, fue capaz de mejorar significativamente el flujo sanguíneo cerebral (15,9% frente al 1,7% del grupo de control con placebo)[50].
En cuanto a los ataques isquémicos transitorios recurrentes, en 1985, especialistas del Hospital Juan A. Fernández (Argentina) decidieron comparar la eficacia de la aspirina y la pentoxifilina (400 mg 3 veces al día) para reducir el riesgo de trastornos agudos de la circulación cerebral transitoria de tipo isquémico[51]. Un total de 138 sujetos participaron en el estudio. A los participantes se les había diagnosticado previamente presión arterial alta y niveles elevados de colesterol total. Además, la mayoría de ellos eran grandes fumadores.
Al final del estudio quedó claro que los ataques isquémicos transitorios predominaron en los grupos de placebo y aspirina, mientras que la pentoxifilina tuvo un pronunciado efecto protector en la cohorte de sujetos que usaron este fármaco.
La pentoxifilina se utilizó ampliamente en los accidentes cerebrovasculares isquémicos agudos en las décadas de 1980 y 1990. Un análisis de los cuatro estudios más amplios, en los que participaron 763 pacientes con infarto cerebral, mostró una tendencia a reducir la mortalidad (especialmente la temprana) tras accidentes cerebrovasculares agudos[52]. Sin embargo, los investigadores han llegado a la conclusión de que no hay datos suficientes sobre la eficacia de la pentoxifilina para la prevención de las complicaciones tras un ictus isquémico, tal y como se refleja en las últimas directrices de la AHA/ASA para el tratamiento de pacientes con accidente cerebrovascular agudo[53].
Tratamiento de la enfermedad del hígado graso no alcohólico
Debido a las propiedades antifibróticas y antiinflamatorias de la pentoxifilina, el fármaco se ha probado muchas veces en estudios que investigan diversos tratamientos para las enfermedades hepáticas causadas por el consumo excesivo de alcohol. Desafortunadamente, como resultado de estos experimentos científicos, la pentoxifilina no mostró un resultado estadísticamente significativo.
Sin embargo, en 2011, el Instituto de Enfermedades Digestivas (Estados Unidos) publicó los datos de un ensayo clínico que examinaba el efecto de este fármaco en la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Durante un año 55 participantes adultos que padecían la enfermedad fueron tratados diariamente con pentoxifilina, tomando 400 mg tres veces al día. Las conclusiones del estudio indicaron que el fármaco era bastante eficaz para reducir las manifestaciones histológicas de la enfermedad del hígado graso no alcohólico[54].
Los resultados de este experimento científico se confirmaron en 2017, cuando expertos de la Universidad de Medicina y Farmacia de Craiova (Rumanía) demostraron en su estudio clínico que la pentoxifilina atenúa las manifestaciones de la enfermedad del hígado graso no alcohólico y mejora en general diversos indicadores funcionales de este órgano[55].
Aumentar el volumen de sangre expulsada por el corazón en personas que sufren insuficiencia cardíaca
La mayoría de las operaciones de bypass aortocoronario no pueden realizarse sin una bomba de circulación extracorpórea, cuyo uso es necesario pero que, lamentablemente, puede provocar reacciones inflamatorias no deseadas y aumentar la probabilidad de un resultado quirúrgico adverso.

Los resultados de un ECA prospectivo de 2015 realizado por científicos iraníes de la Universidad de Teherán de Ciencias Médicas mostraron que cuando se utiliza la pentoxifilina 3 días antes de la cirugía, este fármaco puede reducir el factor de necrosis tumoral TNF-α y la interleucina-6 y mejorar significativamente la fracción de eyección del ventrículo izquierdo y reducir la estancia postoperatoria de los pacientes en la unidad de cuidados intensivos de 14,7 a 10,4 horas[56].
En el estudio participaron 178 sujetos que tenían una fracción de eyección del ventrículo izquierdo inferior o igual al 30%. La mitad de ellos tomó 400 mg de pentoxifilina 3 veces al día. Las conclusiones fueron que la pentoxifilina puede utilizarse antes de la cirugía para reducir la gravedad y la incidencia posteriores de los efectos secundarios tras el bypass aortocoronario con bomba de circulación extracorpórea.
Reducción de la tasa de hospitalización por pancreatitis aguda grave
La capacidad de la pentoxifilina para inhibir el factor de necrosis tumoral TNF-α también puede ser útil en la pancreatitis aguda grave, reduciendo las hospitalizaciones en la unidad de cuidados intensivos de las personas que padecen la enfermedad. Esta conclusión fue extraída en 2015 por investigadores estadounidenses tras un ECA piloto realizado en la Clínica Mayo (Estados Unidos) en el que participaron 28 personas[57].
Protección contra el estrés oxidativo y, por tanto, reducción de la velocidad de transformación del colesterol “bueno”(HDL) en el colesterol “malo” (LDL)
En 1999, científicos franceses demostraron que la pentoxifilina puede proteger a las lipoproteínas de alta densidad (el llamado colesterol “bueno”) del aumento del estrés oxidativo, sin permitir que se vuelvan aterogénicas y se conviertan en lipoproteínas de baja densidad, causando depósitos en las paredes vasculares[58]. Por lo tanto, es posible prevenir la aterosclerosis sin reducir los niveles totales de colesterol en sangre.
Los resultados de este experimento científico pueden complementarse con las conclusiones de un estudio con animales modelo, realizado en 2007 por científicos canadienses de la Universidad de Saskatchewan. Este trabajo científico demostró que la pentoxifilina reduce los niveles del factor de crecimiento derivado de las plaquetas (PDGF) y también disminuye las concentraciones plasmáticas de citoquinas inflamatorias, lo que a su vez reduce el estrés oxidativo y retrasa el desarrollo de la aterosclerosis hipercolesterolémica, una enfermedad vascular que provoca accidentes cerebrovasculares o infartos[59].
Aliviar los síntomas de la claudicación intermitente
El dolor recurrente en una o ambas piernas suele estar causado por la obstrucción de los vasos sanguíneos pequeños y medianos por la placa de colesterol. Esta patología se denomina claudicación intermitente y se produce al caminar, disminuyendo al principio en reposo. Incluso las manifestaciones menores de esta enfermedad requieren una intervención médica, ya que existe un alto riesgo de que aumenten los síntomas y la posterior discapacidad.
Dos ECA realizados en 2002 por especialistas de la Universidad de Chieti (Italia) demostraron que el tratamiento con pentoxifilina durante doce meses producía un aumento significativo de la distancia que los pacientes con claudicación intermitente podían caminar sin dolor[60][61]. Además, el efecto se notó ya seis meses después del inicio del tratamiento.
En 2006, la Asociación Estadounidense del Corazón publicó una recomendación que aprobaba la pentoxifilina para el tratamiento de la claudicación intermitente[62].
Reducción de los marcadores de mortalidad en personas con diabetes tipo 2
La glicación de las proteínas es uno de los mecanismos que aceleran el envejecimiento humano. La hemoglobina glicosilada es especialmente elevada en la diabetes mellitus. Un estudio realizado por científicos del Centro Médico Nacional City of Hope (EE.UU.) ha demostrado que la pentoxifilina reduce este marcador con la misma eficacia que el fármaco metformina, el más utilizado durante el tratamiento de la diabetes de tipo 2[63].
Y en un estudio de 2015 realizado por los expertos de la Universidad de Ajou, en Corea, se demostró que, además de la hemoglobina glicosilada, la pentoxifilina reduce significativamente los niveles de glucosa plasmática en ayunas y el índice de resistencia a la insulina[64]. En este experimento científico, 174 adultos, cuya edad media era de 63 años, tomaron 400 mg de pentoxifilina 3 veces al día durante seis meses. Todos los participantes tenían albuminuria causada por la nefropatía diabética (un trastorno renal) antes de iniciar la terapia, y al final del estudio la toma de pentoxifilina consiguió reducir significativamente la cantidad de proteínas excretadas en la orina.
Reducción de los principales marcadores inflamatorios en los análisis de sangre
Un meta-análisis de ECAs realizado en 2016 por un equipo internacional de científicos demostró que la pentoxifilina redujo en los análisis de sangre de forma estadísticamente significativa los niveles de los principales marcadores inflamatorios (TNF-α y proteína c-reactiva)[65].
Además, se ha demostrado que la pentoxifilina reduce no sólo la proteína C reactiva y el factor de necrosis tumoral, sino también el marcador inflamatorio como la interleucina 6[66][67][68][69].

Los niveles elevados de los marcadores mencionados son extremadamente perjudiciales para la esperanza de vida, y hay muchas razones para creer que muchas de las propiedades protectoras de la pentoxifilina, incluidos sus efectos neuroprotectores y cardioprotectores, pueden estar relacionadas con los efectos antiinflamatorios de este fármaco.
Reducción de los principales marcadores de insuficiencia renal
Además del mencionado estudio de los científicos de la Universidad de Ajou, en el que se encontró una reducción de la excreción de proteínas en la orina tras la administración de pentoxifilina, se puede citar un meta-análisis realizado en 2012 por los especialistas de la Universidad de Sichuan (China).
El meta-análisis mencionado incluyó 17 estudios con un total de casi mil pacientes con enfermedad renal diabética.
El tratamiento con pentoxifilina redujo significativamente la creatinina, la albúmina y las proteínas totales en los análisis de los sujetos[70].
Durante estos estudios no se encontraron efectos secundarios graves causados por la pentoxifilina. Sin embargo, la conclusión final del grupo de investigación afirmaba que todavía no había pruebas suficientes que apoyaran el uso satisfactorio de este fármaco para el tratamiento de la enfermedad renal diabética como para desarrollar recomendaciones médicas apropiadas.
Tratamiento de la disfunción eréctil
En 2011 se publicaron dos artículos científicos en los que los científicos intentaron evaluar los efectos de la administración de pentoxifilina en la disfunción eréctil.
Científicos de la Universidad de California (EE.UU.) lograron utilizar este fármaco para restablecer la función eréctil en roedores modelo[71], mientras que científicos egipcios descubrieron que la pentoxifilina retrasa el envejecimiento del pene y puede ralentizar (o incluso invertir) el desarrollo de la disfunción eréctil en los hombres[72].
Estos resultados se complementaron con los de un ensayo clínico de 2015 que evaluó la eficacia de medicamentos destinados a tratar diversas disfunciones eréctiles. Los datos obtenidos durante este trabajo de investigación indicaron claramente una mayor eficacia de la combinación de pentoxifilina y el inhibidor de la fosfodiesterasa tipo 5, el tadalafilo, que la monoterapia convencional con inhibidores de la FDE-5[73].